Fuente: Octavio Ballesta
Dave Ulrich, reconocido experto en Gestión de Personas, describe en su libro Marca de Liderazgo los aspectos que más interesan a los profesionales, para decidir su ingreso a una empresa. Veamos:
- Posibilidades de desarrollo profesional (20%)
- El reconocido prestigio de una empresa líder en su sector (14%)
- Percepción positiva de una empresa innovadora y con futuro (13%)
- Garantía de permanencia en el puesto de trabajo (10%)
- Trabajo con excitantes retos (9%)
La fidelización de quienes deciden ofrecer su talento y aceptan comprometerse con la Misión, Visión, Valores y Objetivos estratégicos de una empresa, comienza con el ejemplo que aporta un liderazgo emocionalmente inteligente, cuyo estilo participativo, transformador e inspirador, instiga al aprendizaje acelerado; motiva a trabajar con plena dedicación, en pos de un objetivo significativo; anima a hacer un esfuerzo extra, cuando las circunstancias del entorno así lo demanden. Algunos atributos de este líder:
- Acompaña a sus colaboradores, apoyándolos en el desarrollo de sus talentos esenciales y distintivos.
- Asume cuando es necesario el rol de un coach para acelerar el proceso de transformación organizativa, con el apoyo de quienes ahora serán los genuinos agentes de cambio.
- Interviene como mentor, para instigar procesos de aprendizaje acelerado que faciliten la transferencia efectiva de conocimiento experto.
- Comparte su visión y su experiencia para potenciar la agilidad y flexibilidad de una organización, condicionada a afrontar las formidables demandas de transformación que sugiere un entorno de negocios muy volátil e incierto.
Mihaly Csikszentmihalyi, tras haber caracterizado los comportamientos de miles de individuos con las más disimiles profesiones al momento de experimentar estados de concentración superlativa, o estados de flujo (flow); describe en su libro Good Business el rol relevante que los líderes asumen cuando motivan a sus colaboradores a creer en un significativo sentido de propósito que motorice sus acciones, incentive sus deseos de aprender, y alimente su ambición por el logro de objetivos.
El desarrollo profesional considerando una perspectiva de largo plazo es un factor crucial de atracción y fidelización del talento que la organización necesita, en particular, en entornos de negocios, donde la efectiva gestión del conocimiento y el desarrollo de pautas de trabajo colaborativo para generar una cultura de innovación, determinarán la suerte y el destino de la empresa a largo plazo.
Desde la perspectiva del área de Gestión de Personas, las empresas líderes, aquellas donde cualquier profesional talentoso y ambicioso desea trabajar, aplican planes de formación profesional con enfoques basados en competencias, para promover el desarrollo a largo plazo de los talentos que hacen único a cada individuo, y son relevantes para concretar los objetivos operacionales y de negocios de la empresa.
- Bajo esta premisa, el área de Gestión de Personas, atrae al talento que la empresa necesita en función de las competencias relevantes para cubrir y desarrollar roles claves en la organización.
- Se preserva el talento clave, desarrollando planes de carrera, de acuerdo a las capacidades, intereses y competencias de profesionales motivados a creer en la visión de futuro, que les ofrecen los lideres de una empresa, consciente del valor de las personas.
- Se espera que un profesional talentoso decida comprometerse a la empresa, cuando se gestiona el bienestar del colaborador a través de muy atractivos programas de conciliación de la vida personal, con el desarrollo profesional.
- Se estimula una cultura emocionalmente positiva, que reconoce oportuna y generosamente, con una retribución competitiva, y excelentes motivadores intrínsecos, los resultados de un trabajo bien hecho.
Según Gary Hamel, la creación de valor sostenible en una empresa, es el resultado de un 35% de Pasión, 25% de Creatividad, 20% de Iniciativa, 15% de Intelecto, 5% de Diligencia y 0% de Obediencia.