domingo, 28 de abril de 2013

El rol de Recursos Humanos en la empresa innovadora


Las empresas necesitan reinventarse permanentemente no solo para crecer, sino también para subsistir en determinados contextos. Aquellas empresas que no sean capaces de cambiar a partir de innovar su modelo de negocios, sus procesos y potenciar la capacidad de su gente, está destinada al estancamiento. No es posible imaginar una empresa innovadora que mantiene a ultranza una estructura y procesos rígidos y acordes a necesidades que forman parte del pasado.
Tampoco es de valor que la innovación se presente solo como un proyecto puntual y aislado, apadrinado por un par de directivos. La innovación tiene que formar parte de la cultura de la organización para que realmente genere captura de valor.
Un elemento clave en el camino a una cultura de la innovación, o al menos en una cultura que tenga a la innovación como parte esencial; es el rol que cumple el área de Recursos Humanos, que debe ser bien diferente al de las empresas tradicionales. Este rol debe ser fundamentalmente uno que permita activar, modelar y gestionar procesos que logren fomentar la actitud y el desarrollo de las competencias que generen las condiciones para una cultura de la innovación.
No servirá de mucho un modelo tradicional de Recursos Humanos que tenga foco de gestión en procesos transaccionales y urgencias que lo alejen de una gestión verdaderamente cercana a la estrategia de negocio. Algunas de los puntos en los que Recursos Humanos debería focalizarse para su transformación, son los que se describen a continuación.
ü  Un modelo coherente para la nueva función de RRHH es aquel que conforma en su estructura a profesionales que asumen roles más o menos equivalentes de analistas que entienden el negocio, de especialistas de RRHH y de consultores internos que miran distintas funciones en la organización. Sería una buena decisión que las funciones más administrativas y transaccionales se tercerizaran a empresas especialistas en diferentes procesos creando así valor por eficiencia y hasta por una posible reducción de costos. El propósito de esto es lograr orientar el foco de gestión del área de RRHH a uno claramente más estratégico  y de agregado de valor, debiendo por supuesto incorporar y/o reforzar competencias y perfiles diferentes a las requeridas por el modelo tradicional.
ü  Cuando ese cambio empieza a ser una realidad camino a una cultura de la innovación  en la empresa, la gestión se transforma en una que aplica consistentemente las mejores prácticas y tendencias para que la organización cuente con gente comprometida, con un claro sentido de identificación con la empresa, y que crea las condiciones para el crecimiento personal y profesional de cada uno de los que forman parte de ella.
ü  Para impulsar el camino a la cultura de la innovación, RRHH tiene que liderar el proceso de creación de ambientes de colaboración de trabajo de los diferentes equipos que conforman la organización, fomentando un ambiente positivo y de alta conectividad entre las personas, y aplicando también políticas de retribución y reconocimiento que incentiven la innovación.
ü  En este camino hacia la cultura de la innovación, que insisto es el camino para el crecimiento y la sustentabilidad, la formación de líderes con características diferenciales en cuanto a sus habilidades de gestión del compromiso de sus equipos, de generación de ambientes que privilegien la iniciativa de las personas y su desarrollo, resulta factor clave para lograr empresas innovadoras, sumado a la imperiosa necesidad de tener una clara visión de largo plazo alineada a la estrategia de negocio.
ü  Promover la diversidad y el desarrollo de ambientes de aprendizaje, potenciar las capacidades de las personas y crear espacios para compartir el conocimiento, son los desafíos claves en el nuevo modelo de gestión de personas en organizaciones que necesitan sumarse a una cultura de innovación que le permita un crecimiento sustentable, y ser capaz de adaptarse  a los cambios que el entorno de negocios le requiere.

Están preparados como equipos de Recursos Humanos a aceptar este desafío?

jueves, 11 de abril de 2013

Nuevas tendencias y prácticas en la gestión de personas y las contradicciones que pueden generar en la función…..


Cada día leo, escucho, converso acerca de los cambios en la gestión de personas, de las últimas tendencias en la materia, del impacto de las redes sociales, la tecnología, de los recursos humanos 2.0, los 3.0, etc, etc….

Pero a pesar de todo lo que se lee y se escucha, recorriendo empresas, conversando con colegas, indagando y observando, advierto que la función de RH sigue en general atrapada en los paradigmas acerca de su agregado de valor o no al negocio, de su contribución estratégica.  Es más, arriesgo a decir que en muchos casos hubo en la función hasta un retroceso. Aclaro que no es mi intención ni generalizar, ni pensar que las nuevas tendencias o la tecnología no impactan positivamente en la gestión, pero creo que lo que está pasando es que ciertas “modas” o el “está bien hablar de estas cosas porque si todos hablan de eso debe estar bueno”, están haciendo perder de vista el valor de aspectos  que no pueden ser dejados de lado.
Hay cosas que no reemplazan a otras, sino que contribuyen a mejorar lo existente, a complementarlo. Para que se entienda con un ejemplo lo que quiero expresar: todas las tendencias  como los centros de servicios compartidos, portales de RH que permiten realizar lo transaccional del área, los centros de excelencia o especialidad que desarrollan políticas y procesos, las redes sociales internas o externas a las organizaciones, y muchas tendencias más, facilitan y mucho la gestión pero no reemplazan en absoluto un rol fundamental de cualquier profesional de RH, que es estar en contacto cara a cara con las personas, escucharlas, comprender lo que les pasa y poder con ello tener la sensibilidad real y cercana del clima laboral por el hecho de caminar las oficinas, de caminar las plantas industriales, los campos petroleros o todo ámbito donde haya personas de la empresa.

Y es acá donde veo estancada la función. Veo en general que lo nuevo reemplaza en lugar de complementar, e incluso muchas veces el aporte de valor de lo nuevo no es entendido a pleno e igual se lleva adelante con resultados muy poco satisfactorios. Tengamos en cuenta que en una organización conviven varias generaciones, y las estrategias de capital humano deben contemplar esas diferencias. Para los más jóvenes la tecnología lo es casi todo, incluso en materia de comunicación interna, tal vez ni siquiera les importe tanto el “face to face”, pero un profesional de RH , independientemente de la generación a la que pertenezca, debe darse cuenta que también gestiona para otras generaciones que necesitan otra forma de comunicarse. Transité en mi carrera por muchas plantas industriales y oficinas corporativas y les puedo asegurar que al día de hoy hay mucha gente en niveles operativos y no tanto, con muchos años de antigüedad, con distintos niveles de educación, que siguen necesitando una conversación, que siguen necesitando ver con sus propios ojos a la persona de RH a la cual le quieren plantear una inquietud. Y cuidado que con esto no estoy diciendo que la gente de RH deba asumir el indelegable rol de la supervisión o del liderazgo en general, pero tampoco pueden eludir su propio rol.

Como profesional del área que soy, y por lo que quiero esta profesión, realmente me preocupa cuando voy a las empresas y veo esta confusión en muchos profesionales de RH. Confusión que los lleva incluso a no poder definir bien su propia demanda hacia un consultor, que no pueden expresar con fundamentos claros que pasa en su organización o que piden soluciones de acuerdo a lo que se usa y no en congruencia con lo que pasa y con lo que realmente se necesita. Está claro de nuestro lado, el de los consultores, que  a veces contribuímos a la confusión porque también nos adherimos rápidamente a las tendencias que aparecen en el mercado, a veces sin comprenderlas bien, y a riesgo que no sea en muchos casos la forma de abordar una problemática.

Queda planteada mi preocupación, pero también mi posición que claramente pasa por los siguientes puntos:
  •           Bienvenida la tecnología, pero por favor no perdamos la riqueza en todo sentido que nos otorga conversar con las personas cara a cara. Y para eso hay que caminar las oficinas, las operaciones, en definitiva acercarse a la gente. Como me dijo hace un buen tiempo atrás un ejecutivo de una petrolera cuando ingresé a la empresa…”el hombre de RH debe embarrarse las botas en el campo…” y saben que?: tenía razón.
  •          Bienvenido todo lo nuevo, pero entendamos que la forma de abordar un problema no soluciona necesariamente a todas las problemáticas del mismo tipo. Cada organización es única por muchos aspectos que la diferencian una de otra; por lo tanto lo que resulta bueno para una no implica que sea bueno para otra a pesar de que el problema pueda “parecer” el mismo. No caigamos en fórmulas mágicas.
  •           Los profesionales de RH no se ganan la consideración de la dirección de la empresa por el nombre de su puesto (por ejemplo HR Business Partner), se lo ganan por su proactividad para entender el negocio, para entender que pasa en la organización, y saber adaptar soluciones en consecuencia con ello.
  •           En los equipos de RH de cualquier empresa hay mucha gente joven con todo lo positivo que esto representa; empuje, potencial, ganas de crecer, de aportar valor; pero hay una responsabilidad enorme en quienes conducen esos equipos y cuentan con más experiencia, en poder orientarlos claramente en estos conceptos relacionados en como se lleva adelante una gestión de real valor para la organización. Son estos líderes los que deben saber filtrar la a veces agobiante circulación de nuevas prácticas y tendencias, y saber discernir, clarificar y guiar a tomar aquello que realmente pueda ser una contribución de valor.

Soy un apasionado y un convencido de lo que un área de RH puede contribuir a la estrategia de una empresa, y por eso observo con cierto nivel de preocupación algunas de las cosas que veía desde adentro de las organizaciones y las que veo ahora desde este rol de consultor. Pero a su vez sigo teniendo un elevado nivel de optimismo de que las cosas se pueden reorientar, que se puede retomar el foco de nuestra función, que no es otra cosa más que ayudar a los líderes a hacer las cosas necesarias para que las personas sean las protagonistas de llevar adelante la estrategia de un negocio en forma comprometida y sustentable…ni más ni menos.